El tiempo no es tan fugaz cuando uno se detiene ante una novela, porque ese "memento mori" se desvanece cuando uno se adentra en lo que ocultan los libros, y como si se tratara de escapar de este mundo como diría el profesor Miguel Ángel Hernández en su novela "Intento de escapada", tengo la convicción de que se gana mucha más vida al pasar más horas descubriendo textos y más textos.
Y sacado de su novela cito: viendo una biblioteca se puede ver el alma de una persona (p.130), por lo que no sé las conclusiones de la mía, pero desvelo parte de ella en la fotografía.