Este artista japonés cuya formación comenzó por Tokio, acabó en Europa y concretamente en los últimos años en un pueblo de La Coruña (Muxía) por el que la magia del final del camino de las estrellas hasta Santiago existe en toda su obra, desde esta Niña con mantel pasando por obras de figuras, pero, aún más, brillando en sus paisajes, absortos en ese mundo onírico y de códigos particulares y poéticos, cercano al trazo de Klee, Matisse, Miró o Chagall, tenemos por.seguro que sus obras seguirán brillando.
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