La elevación, la verticalidad de lo inalcanzable, la esbeltez máxima, ingravidez y desafío a las leyes físicas, torres que dominan, divisan, protegen, ayudan, señalan, indican, etc; como la monumental murciana, descomunal, inigualable, vista desde kilómetros, segunda edificación de sus características más grande de España tras la Giralda sevillana superada en unos pocos metros. Histórica en su evolución con más de 270 años desde su primera piedra, en cuya base hace a todo viandante elevar la cabeza hacia sus casi 100 metros. Lugar de refugio, horas y conjuros, cobijando a la ciudad que se sitúa sobre ella.
